A partir de la puesta en marcha de un proyecto consistente en un conjunto de viviendas en terrenos donde trabajaba un vivero de orquídeas, se realizó un relevamiento de las construcciones existentes con el fin de evaluar el estado y la capacidad de adaptación de los edificios al programa de necesidades establecidas.

Aunque el edificio carecía de valor patrimonial y su estado de conservación era muy precario, había un claro propósito de adaptación y valor para hacer referencia al proyecto con su connotación histórica: «Invernadero».

El edificio existente era un antiguo invernadero de dos plantas. En la planta baja se ubicaron el sistema de bombeo, la caldera y los cobertizos de herramientas. En el piso superior, había un invernadero donde se producían las plántulas de las orquídeas y luego se trasplantaban a los viveros. Un sistema de zanjas elevadas recibía el agua de lluvia de los tejados de los viveros de cultivo para llevarla a embalses enterrados para el riego de las orquídeas.

La refuncionalización del edificio tuvo que contemplar un espacio polivalente para albergar inicialmente la oficina comercial de la urbanización, y luego, con el proyecto consolidado, transformarse en un espacio común de co-trabajo.

La intervención preliminar consistió en despojar al edificio de todas las construcciones precarias, dejando una estructura desnuda de hormigón, ladrillo y ventanas de acero. Se desmontó la cubierta de la planta superior y se consolidó el zócalo de apoyo con refuerzos en las líneas de apoyo. Se construyó una estructura de vigas y tubos de acero, formando una retícula estructural autónoma que delimitaba el nuevo espacio en la planta superior.

Los dos extremos del volumen a dos aguas se resolvieron con ventanas de vidrio integradas, resaltando el acceso y generando luz y transparencia en todo el edificio.

En la fachada norte, las ventanas existentes se unificaron para generar una luz lineal que enmarca las vistas exteriores.

La planta baja fue acondicionada para resolver diferentes espacios de Co-trabajo y sala multimedia con un pequeño baño y oficina.

La nueva estructura de la planta superior se integró en el sótano del antiguo granero a través de un revestimiento integral realizado con lamas de cemento prensado (siding) colocadas verticalmente y que rodean las paredes y el techo dando unidad al edificio. Estas lamas están separadas entre sí, funcionando como una fachada ventilada, permitiendo que el agua de la zona de la cubierta pase a través de una cubierta baja con aislamiento térmico, una membrana impermeable y canaletas ocultas.

Una rampa exterior abraza el edificio dando vistas panorámicas del entorno y resolviendo el enlace exterior de ambas plantas y la accesibilidad para personas con discapacidad. La rampa está contenida por una rejilla de tubos verticales que prácticamente forman un nuevo volumen que crece hacia arriba. Esta rejilla de tubos pintados de negro refuerza el contraste con el volumen principal y actúa como barandilla y como control solar de las oficinas multimedia de la planta baja.

La chimenea de acero inoxidable de una antigua caldera fue restaurada y se erige como centinela, haciendo referencia al edificio a su antiguo uso como «Invernadero».

Fuente (en Inglés): archdaily