El proyecto se basa en la idea de una ciudad rodeada de espejos completamente eficiente e inteligente, sin coches ni calles en mitad de la nada. Este extenso país del Oriente Próximo ha puesto en marcha uno de sus planes más ambiciosos:

The Line, una enorme metrópoli lineal de 200 metros de ancho y 170 kilómetros de largo, sobre el nivel del mar, como una larga línea metálica en medio de la nada. Aparte de sus extrañas medidas, estará cubierta por millones de espejos solo visibles desde el exterior.

Las fotos son renders.

En su interior podremos encontrar desde un estadio hasta un puerto deportivo en el Mar Rojo y, por supuesto, un aeropuerto de conexión con el resto del país. La ciudad está pensada para albergar hasta 9 millones de personas y se extenderá por una superficie de apenas 34 kilómetros cuadrados.

Diseñada por NEOM, una empresa propiedad del príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman, The Line será una ciudad sostenible e inteligente. El objetivo es que la ciudad esté operativa en 2030. Los impulsores han lanzado un anuncio internacional para atraer fondos con los que crear esta futurista metrópoli, ya que el proyecto está en fase de búsqueda de financiación.

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Uno de los principales retos de las grandes ciudades es el cambio climático. Sus efectos ya se están dejando notar en algunas zonas del mundo, ya sea por la subida del nivel del mar o los fenómenos meteorológicos, cada vez mas extremos (olas de calor, diluvios…). Esta precisamente es una de las principales preocupaciones de NEOM

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The Line funcionará con energía 100 % renovable, con unos sistemas de agua totalmente eficientes. Según la agencia oficial de prensa saudita (SPA) «Priorizará la salud y el bienestar de las personas sobre el transporte y las infraestructuras como en las ciudades tradicionales”.