La arquitectura del edificio es consecuencia del contexto circundante y de su brevedad, que incluye una nueva estación subterránea, los espacios públicos de acceso a la estación y dos zonas de aparcamiento. Situada entre dos estaciones operativas del metro, el proceso de construcción estuvo determinado por el objetivo de continuar con los servicios ferroviarios durante las obras.

La estación está situada a lo largo de la vía del tren existente, con un cambio de nivel significativo a ambos lados de la vía. Un principio de diseño era proporcionar un único vestíbulo al que se accediera desde las zonas de aparcamiento en ambos niveles en conexión con los andenes del nivel inferior.

El diseño aprovecha la topografía existente para crear una estación de dos pisos como podio con una cubierta de sombra flotando sobre ella. El podio alberga plataformas y salas de plantas en la planta baja, conectadas con el vestíbulo de doble altura que hay sobre él. Concebido como un volumen de cerámica oscura, el podio define un nuevo espacio público en cada nivel conectado con dos zonas de aparcamiento, una acogedora plaza en el nivel superior que da acceso al vestíbulo de entrada de la estación.

Sobre el podio, un muro cortina con acristalamiento de control solar proporciona continuidad visual entre la plaza interior y la exterior y define los espacios de control térmico. Mediante persianas lineales de aluminio delante del acristalamiento, se crea una cubierta de sombra bioclimática. Ofrece protección contra la radiación solar directa del oeste evitando el sobrecalentamiento, y proporciona iluminación natural reflejada en el interior de los espacios evitando el deslumbramiento. También un área exterior cubierta donde se encuentra la escalera exterior entre los espacios públicos.

Fuente: archdaily

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